• Los primeros trámites administrativos datan de septiembre de 2004
El Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, reunido ayer miércoles en sesión ordinaria bajo la presidencia de su titular Carlos González, acordó desestimar la solicitud de 2004 de la entidad Enagás Transporte, S.A.U. de otorgamiento de concesión administrativa para ocupar una parcela de 120.000 metros cuadrados donde instalar una planta regasificadora que tenía como uno de sus objetivos principales descarbonizar la Central Eléctrica de Granadilla.
Este proyecto recibió dos informes desfavorables de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia, que aunque no vinculantes decantaron la no autorización, por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico –MITECO-, por silencio administrativo, del uso del gas en el mercado regulado canario.
Además este proyecto contaba con Declaración de Impacto Ambiental –DIA- favorable, que caducó en septiembre de 2020 y no ha sido prorrogada.
Por tanto, dichas circunstancias han conducido de manera irrevocable a la Autoridad Portuaria tinerfeña a considerar que Enagás no ha podido obtener autorización para la actividad que pretendía, por lo que no procede continuar con la tramitación de la concesión, liberando esos terrenos para otras actividades que se puedan proponer desde la iniciativa privada.
No obstante lo anterior, la necesidad de descarbonizar la central de Granadilla sigue plenamente vigente, existiendo propuestas que alimentarían los ciclos combinados de la central con una mezcla de gas natural e hidrógeno verde en un determinado porcentaje, en función de los avances tecnológicos de este último combustible, lo que permitirá reducir las emisiones que se producen en la central de Granadilla, de las más contaminantes de Europa, y reducir también el coste de producción de dicha energía.
Para el gas natural se ha propuesto una regasificadora flotante (embarcación atracada en puerto) conectada con la central eléctrica mediante tubería. En este caso el gas natural se entiende como un combustible de transición hasta que el porcentaje de hidrógeno pueda ser del 100 por cien.
En ese momento dejará de ser necesario el sistema de regasificación de la embarcación atracada en puerto, con lo que podrá trasladarse a cualquier otro lugar donde se la requiera.
Asimismo, cabe recordar que el GNL es el combustible de futuro para el transporte marítimo. El puerto de Tenerife, integrado en la Red Transeuropea de Transporte, está obligado a disponer de este combustible para suministro a buques antes de 2025. Es por ello que, dicha instalación flotante además de contribuir a la descarbonización de la Central de Granadilla nos permite disponer de un volumen adicional de dicho combustible para cumplir con los compromisos inherentes a la pertenencia a la citada red.