El puerto de La Estaca, en la isla de El Hierro, acogió recientemente un simulacro de contaminación marítima accidental ocasionado por la rotura de una tubería propiedad de DISA en las instalaciones portuarias, lo que hubiera generado un vertido de unos cuarenta metros cúbicos de diésel que acabarían distribuyéndose en aguas interiores y exteriores del puerto.
Dicha situación obliga a la colaboración entre varios organismos e instituciones con el objetivo de comprobar, entre otros, los procedimientos de actuación, coordinación y comunicaciones para controlar dicho vertido y afrontar los inconvenientes que pudieran surgir, tales como la evacuación de heridos y posible afección al litoral, pero sobre todo, garantizar la seguridad de los intervinientes en la operativa.
Así, con arranque a las 9.30 de la mañana, DISA detectó el vertido y dio aviso de la incidencia a la Autoridad Portuaria tinerfeña, activándose conjuntamente sendos planes de emergencia, así como al 112, con lo que se inició una cadena de actuaciones en la intervienen desde la Armada hasta la Capitanía Marítima provincial, pasando por el por el Servicio de Emergencias del Gobierno de Canarias, el Cabildo de El Hierro, Ayuntamiento de Valverde, Cruz Roja y la propia subdelegación del Gobierno en Tenerife activando el protocolo de coordinación de medios de la Armada y estatales.
A través de este ejercicio avanzado de seguridad marítima, denominado Marsec-22, se persiguió la mejora de las labores de apoyo y coordinación de los Buques de Acción Marítima de la Armada con otros agentes, para la gestión de emergencias en el ámbito marítimo.
De hecho, en el simulacro desarrollado intervino el Buque de Acción Marítima de la Armada, “Rayo”, unidad que dispone a bordo de un sistema de lucha contra la contaminación que le permite apoyar de manera rápida en la contención y recogida del vertido una vez este ha salido de las aguas interiores y se ha extendido por las aguas exteriores del puerto.
También se contó con un helicóptero del Grupo de Emergencia y Seguridad, GES, encargado de trasladar al supuesto accidentado a puerto donde le esperaba una ambulancia medicalizada del servicio de urgencias canario.
Con esta actividad se persiguió asimismo el refuerzo de las relaciones y comunicaciones entre la Comunidad Marítima en Canarias, y la aplicación de un nuevo enfoque en las posibles incidencias relacionadas con la contaminación marítima.
Dicha medida ha servido para aunar los esfuerzos de los distintos organismos y agencias civiles y militares, con el fin de salvaguardar los espacios marítimos canarios.
Sala de crisis. Desde la sala de crisis operativa en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, donde se encontraba el director de la Autoridad Portuaria tinerfeña, a su vez director de la emergencia, Javier Mora, y el puesto de mando avanzado instalado en el puerto de La Estaca, se coordinaron desde primera hora del día las comunicaciones entre las entidades intervinientes con presencia de autoridades de cada institución colaboradora.