• Máxima distinción medioambiental avalada por la Asociación de Puertos Europeos
La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife aspira a convertirse el próximo año 2021 en miembro de EcoPorts, organización cuya certificación ambiental supone el máximo reconocimiento al efecto avalado por la Asociación de Puertos Europeos (ESPO).
La obtención de este reconocimiento confirmaría que nuestros puertos son, cada vez más, puertos verdes, lo que supondría un importante avance y reconocimiento a la labor en defensa del medio ambiente que viene desarrollando hace años el ente portuario provincial.
Concretamente, el PERS mide el grado de cumplimiento de los parámetros de desarrollo sostenible en noventa puertos de todo el mundo. Creada en 1997, no solo incorpora los principales requisitos generales de las normas reconocidas de gestión ambiental (por ejemplo, ISO 14001), sino que también tiene en cuenta las especificidades de los puertos, dándoles objetivos claros a los que aspirar.
En este sentido, la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife ya cuenta con la citada ISO 14001:2015, norma estándar internacional de gestión ambiental orientada a la mejora del comportamiento de las organizaciones y a la eficiencia económica desde el punto de vista medioambiental y del desarrollo sostenible.
Memoria de sostenibilidad. Puertos de Tenerife acaba de certificar oficialmente la memoria de sostenibilidad correspondiente al año 2018, y está en trámite la de 2019, documento elaborado mediante un estándar internacional que representa las mejores prácticas para informar públicamente de los impactos económicos, ambientales y sociales de una organización.
Entre los datos a destacar recogidos en el documento destaca la reinversión en iniciativas medioambientales de más de 2,6 millones de euros procedentes de las bonificaciones que obtienen hasta seis operadores portuarios por sumarse a la firma de convenios de buenas prácticas ambientales impulsados por Puertos de Tenerife desde 2012.
La implicación del personal de nuestros puertos con el cuidado ambiental se tradujo el año pasado en la formación impartida a una veintena de profesionales, formación integrada por cursos especializados y asistencia a congresos.
El seguimiento ambiental de las obras del puerto de Granadilla, el control de la calidad del aire, acústica y de las aguas en las instalaciones portuarias, la implantación del proyecto de conexión eléctrica puerto-buque, el suministro de gas natural licuado a cruceros y la gestión de residuos, con un descenso del 20 por ciento respecto a 2017 en la generación de los denominados “peligrosos” son otras de las actuaciones valoradas en este documento público.